El minero de oficio, profesión, devoción se involucró en las actividades sindicales, un sindicalismo duro, rudo, hostil bajo la mirada adusta del patrón-gobierno. Era Rancherías un Pueblo sin ley sin mas reglas que las establecidas mayormente por la empresa-gobierno aprestada a conseguir la mayor utilidad económica de las minas y sus mineros. Desarrollo social, sanas diversiones, cultura, infraestructura urbana estaban y estan muy lejos de su realidad.
A este minero habilitado lider sindical le surgió la idea de dotar a la población de un espacio para la recreación, reunión, convivencia, esparcimiento de la población..... y se dió a la tarea de construír un jardín (plaza pública), que en el corto tiempo se hizo realidad con una gran cantidad de àrboles de sombra, andadores pavimentados, bancas y una gran algarabía de los visitantes.
Jardín anexo al ahora ya derruído salón de actos de la sección 181 del SNTMMSRM aún muestra vestigios de una época que debió ser mejor.
Reynaldo Reyna García (1934-1997) hacedor de un jardín sobre tierra negra.
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