Los archivos secretos de Fundidora
En caso de que mi cuerpo aparezca misteriosamente despanzurrado como sapo en algún río del municipio de Pesquería (como diría mi novia) o dentro de algún alto horno de una conocida empresa de cereales, sirva el presente post para dejar testimonio de los documentos que recientemente tuve el horror de descubrir. He aquí los hechos.La semana pasada me encontraba de lo más campante cazando mariposas en el Parque fundidora de monterrey, cuando al sentarme a descansar en uno de sus jardines sentí algo duro bajo el césped. Excavando un poco en ese sitio, grande fue mi sorpresa al descubrir una vieja y oxidada compuerta metálica. Haciendo uso de mi legendaria y titánica fuerza abrí dicha compuerta. Adentro había una escalinata metálica que se adentraba en un oscuro y misterioso túnel. Prevenido como siempre he sido, saqué la lámpara de mano que cargaba en mi mochila y comencé a descender por la escalinata. Tras unos minutos pisé fondo. Alumbrando con la luz de mi lámpara encontré lo que parecía ser un viejo switch, al bajarlo una serie de luminarias industriales se encendieron ruidosamente, unas detrás de la otra, revelando ante mis ojos el amplio recinto donde me encontraba. Ahí, en medio de mucho polvo y telarañas, descubrí unas antiguas oficinas. Aun sin salir de mi asombro caminé hacia el área de escritorios escuchando solo el eco de mis pasos. No eran más de diez los escritorios y había también una gran mesa de juntas. Ahí encontré mucha papelería con el inconfundible sello de la antigua y hoy extinta compañía metalúrgica. Leyendo brevemente algunos de los amarillentos papeles observé que todos estaban fechados a principios del año 1986, hace casi 20 años, precisamente cuando fue cerrada esta empresa regiomontana. Noté además que el tema central era la entonces inminente quiebra de la compañía y como pretendían salvarla a través de un proyecto titulado simplemente como "K". Comencé a hurgar entre los papeles de los escritorios para conocer más acerca de ese proyecto. En eso estaba cuando reparé en la mesa de juntas. Al verla parecía que ahí se había dado la ultima junta antes de sellar las oficinas. Frente a cada silla aun estaban algunas carpetas, papeles y plumas, incluso aun había tazas de café y donas, como si los ejecutivos de fundidora hubieran acabado de levantarse. Pero la cantidad de polvo sobre la mesa daba cuenta de los años que ya habían pasado. Bebiendo de una de las tazas comprobe no solo que el café estaba frio sino también rancio. Tambien las donas estaban duras como piedras. Tras regurgitar mi seudo desayuno, advertí que en el centro de la mesa yacía una carpeta gris, en su cubierta aun se alcanzaba a leer "Proyecto K" sin embargo también tenia atravesada la marca roja de un sello que decía CANCELADO.Intrigado tomé la carpeta y comencé a leer sobre el proyecto. Hoja tras hoja se empezó a revelar ante mis incredulos ojos el mentado plan secreto para salvar la metalúrgica, el cual no era otra cosa más que la venta de fundidora a una empresa de capital extranjero, específicamente norteamericana. Esta empresa, líder mundial en alimentos cereales, pretendía diversificarse incursionando en el ramo metalúrgico. Ahí se detallaba con muchos planes y gráficas como sería el proceso de adquisición y como la empresa americana pretendía dominar la metalurgia mundial, siendo México punta de lanza por su conveniente ubicación y recursos minerales.Al llegar al final de la carpeta esta terminaba abruptamente con una hoja que justificaba la cancelación del proyecto, escrita a mano por un tal Lic. Tamez, de quien cito los siguientes párrafos que a mi parecer son los más relevantes: "Toda la negociación iba en inmejorables términos, hasta que nos dimos cuenta de la intención de los americanos en hacerle algunos cambios a la imagen corporativa de fundidora, alegando como objetivo el adaptarnos al estilo global de su empresa y porque era una evolución lógica. Anexo están los cambios propuestos por los pinches gringos a nuestro logotipo. Sobra decir que las negociaciones terminaron rápidamente tras pegar tremendos alaridos, rasgarnos las vestiduras y escupirles en la cara. Mañana declararemos la quiebra"
En caso de que mi cuerpo aparezca misteriosamente despanzurrado como sapo en algún río del municipio de Pesquería (como diría mi novia) o dentro de algún alto horno de una conocida empresa de cereales, sirva el presente post para dejar testimonio de los documentos que recientemente tuve el horror de descubrir. He aquí los hechos.La semana pasada me encontraba de lo más campante cazando mariposas en el Parque fundidora de monterrey, cuando al sentarme a descansar en uno de sus jardines sentí algo duro bajo el césped. Excavando un poco en ese sitio, grande fue mi sorpresa al descubrir una vieja y oxidada compuerta metálica. Haciendo uso de mi legendaria y titánica fuerza abrí dicha compuerta. Adentro había una escalinata metálica que se adentraba en un oscuro y misterioso túnel. Prevenido como siempre he sido, saqué la lámpara de mano que cargaba en mi mochila y comencé a descender por la escalinata. Tras unos minutos pisé fondo. Alumbrando con la luz de mi lámpara encontré lo que parecía ser un viejo switch, al bajarlo una serie de luminarias industriales se encendieron ruidosamente, unas detrás de la otra, revelando ante mis ojos el amplio recinto donde me encontraba. Ahí, en medio de mucho polvo y telarañas, descubrí unas antiguas oficinas. Aun sin salir de mi asombro caminé hacia el área de escritorios escuchando solo el eco de mis pasos. No eran más de diez los escritorios y había también una gran mesa de juntas. Ahí encontré mucha papelería con el inconfundible sello de la antigua y hoy extinta compañía metalúrgica. Leyendo brevemente algunos de los amarillentos papeles observé que todos estaban fechados a principios del año 1986, hace casi 20 años, precisamente cuando fue cerrada esta empresa regiomontana. Noté además que el tema central era la entonces inminente quiebra de la compañía y como pretendían salvarla a través de un proyecto titulado simplemente como "K". Comencé a hurgar entre los papeles de los escritorios para conocer más acerca de ese proyecto. En eso estaba cuando reparé en la mesa de juntas. Al verla parecía que ahí se había dado la ultima junta antes de sellar las oficinas. Frente a cada silla aun estaban algunas carpetas, papeles y plumas, incluso aun había tazas de café y donas, como si los ejecutivos de fundidora hubieran acabado de levantarse. Pero la cantidad de polvo sobre la mesa daba cuenta de los años que ya habían pasado. Bebiendo de una de las tazas comprobe no solo que el café estaba frio sino también rancio. Tambien las donas estaban duras como piedras. Tras regurgitar mi seudo desayuno, advertí que en el centro de la mesa yacía una carpeta gris, en su cubierta aun se alcanzaba a leer "Proyecto K" sin embargo también tenia atravesada la marca roja de un sello que decía CANCELADO.Intrigado tomé la carpeta y comencé a leer sobre el proyecto. Hoja tras hoja se empezó a revelar ante mis incredulos ojos el mentado plan secreto para salvar la metalúrgica, el cual no era otra cosa más que la venta de fundidora a una empresa de capital extranjero, específicamente norteamericana. Esta empresa, líder mundial en alimentos cereales, pretendía diversificarse incursionando en el ramo metalúrgico. Ahí se detallaba con muchos planes y gráficas como sería el proceso de adquisición y como la empresa americana pretendía dominar la metalurgia mundial, siendo México punta de lanza por su conveniente ubicación y recursos minerales.Al llegar al final de la carpeta esta terminaba abruptamente con una hoja que justificaba la cancelación del proyecto, escrita a mano por un tal Lic. Tamez, de quien cito los siguientes párrafos que a mi parecer son los más relevantes: "Toda la negociación iba en inmejorables términos, hasta que nos dimos cuenta de la intención de los americanos en hacerle algunos cambios a la imagen corporativa de fundidora, alegando como objetivo el adaptarnos al estilo global de su empresa y porque era una evolución lógica. Anexo están los cambios propuestos por los pinches gringos a nuestro logotipo. Sobra decir que las negociaciones terminaron rápidamente tras pegar tremendos alaridos, rasgarnos las vestiduras y escupirles en la cara. Mañana declararemos la quiebra"
Este relato no es de mi autoría, buscando datos de fundidora encontre lo que me parece el sentir de algún pariente de un ex-empleado de Fundidora. Disculpenme, no lo vuelvo a hacer pero me pareció divertida la historia para compartirla.