lunes, 7 de diciembre de 2009

onde quiera se cuecen habas


Siempre quise tener una moto pero mi padre nunca accedió a tal deseo argumentando que son máquinas mortales , auténticas fábricas de accidentes. La energía se encauzó entonces a los caballos los que se encargaron de enseñarme lo que son los golpes pero creo que eran a manera de prueba, nomás para saber que tanta era mi afición y si después de tantas lesiones persistía en ésta.

Después de todo tanto los caballos como las motos proporcionan una sensación inigualable de libertad e incremento de adrenalina, con la diferencia que se ha descubierto en los caballos una ( o varias) propiedades curativas por lo que en Saltillo y el Estado han proliferado instalaciones ecuestres para tratar diferentes enfermedades sobre todo en los niños, entre ellas distrofia muscular, auxilio en el síndrome de Down, hiperactividad y muchas más .

Una gran diferencia entre motos y caballos es que las máquinas no requieren de alimentación, atención, medicamentos, limpieza de caballerizas ni un trato especial, como a animales, pero dicho esto en el sentido humano de quien ama a los animales y entiende que son seres vivos con necesidades propias.

Hay personas que derivan su gusto por montar a caballo al adquirir la afición de montar una motocicleta y es muy respetable, después de todo, también son caballos, "caballos de acero".

La foto es del desfile (cabalgata) previa al country fest de Chihuahua. Recientemente los motociclistas han procurado sumarse a las cabalgatas, haciendo manifiesto que de alguna forma son jinetes. Claro que son jinetes, y lo muestran participando en estas actividades de los vaqueros.

¡¡¡¡suerte vaqueros!!!!

1 comentario:

  1. Es curioso, porque en España proliferan los cuarentones y cuarentonas ( que son los que más o menos pueden permitírselo) con motos de gran cilindrada.El nivel de accidentes ha sido tan grande que las autoridades han tenido que tomar cartas en el asunto. Montar en moto, imagino que debe ser estupendo, pero creo que manejar caballos de acero requerirá unas destrezas, como corresponde a cualquier " jinete" que se precie. En fin... Yo soy muy miedosa. Monto en bici y de milagro...
    Un saludo

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